II-LOCALIZANDO LA LOBINA
II.1-Movimientos Anuales
En Norteamérica las poblaciones de lobina hacen migraciones o movimientos anuales según la época del año, y que son determinados por la temperatura del agua. Estas son:
Invierno-Predesove-Desove-Postdesove-Verano-Otoño.
En nuestro país, en el invierno las lobinas no se van a los más profundo ni entran en un letargo, es evidente que las temperaturas del agua no las condicionan para esto, muy por el contrario es en invierno cuando ocurren el predesove, desove y postdesove desde finales de noviembre a principios de abril, con pequeñas variaciones a lo largo del país y de presa en presa. Luego del postdesove viene un periodo que pudiéramos llamar “Verano Largo” porque dura más que en Canadá y EEUU, digamos que desde mayo a principios de octubre, y un breve y un breve periodo de transición que equivale al otoño norteamericano en que las lobinas salen de sus lugares de veraneo y se van acercando a lugares bajos, luego donde debería haber otra migración en el invierno a lo profundo, estos peces se quedan en lugares intermedios para comenzar el predesove.
Hay que decir que estos movimientos generales están fuertemente influenciados por otros factores a los que podemos llamar Condiciones Cambiantes.
II.2-Condiciones Cambiantes
La más importante de estas en Cuba la constituyen los cambios de nivel de agua. Lo típico es que nuestros embalses durante el periodo de seca (noviembre a abril) vayan bajando su nivel de agua paulatinamente, y en el lluvioso (mayo-octubre) suban y se mantengan llenos o cerca de su nivel máximo. Por tanto, a la hora de localizar la lobina en nuestro país hay que tener en cuenta cómo la variación del nivel de agua va a modificar las migraciones anuales de la lobina que se mencionaron previamente.
Hay otras condiciones cambiantes que influyen en los movimientos y posición de la lobina, pero que operan a corto plazo y que son cambios diarios, estos son:
Intensidad de luz
Cuando el agua es lo suficientemente cálida, para que la lobina esté activa, estas atacarán los señuelos y las presas generalmente bajo condiciones de poca luz, como lo son el amanecer, la caída de la tarde y cielos nublados. En estas ocasiones las lobinas se encuentran en aguas más bajas que cuando están en condiciones de mucha luz. Por otra parte, cielos azules brillantes sin nubes, como los que se dan después de un frente frío hacen a la lobina ir a aguas más profundas, estar más cerca de obstáculos (palos, hierba, etc.) Estos días aunque bonitos, son los que permiten mayor penetración de la luz.
En días normales de sol o parcialmente soleados las lobinas estarán más activos que en días ultra claros pero no tanto como en los nublados.
Viento
El viento ola falta de este también influencian la lobina. En calma “chicha” o “blanca” la lobina se espanta fácilmente, especialmente en agua clara y días soleados, en esta situación incluso cuando nos las arreglamos para llamar su atención con nuestras carnadas, pueden no picar ya que fácilmente ven que estas no son reales. Cuando sopla una brisa la penetración de la luz decrece, nos esconde de la lobina y hace lucir más naturales los señuelos. Incluso vientos fuertes pueden ser buenos, siempre y cuando seamos capaces de presentar los señuelos correctamente. El viento también a veces empuja la comida de la lobina contra algunas orillas convirtiéndolos en presa fácil. El viento puede también crear corrientes que influencian la posición de las lobinas en relación con el fondo y los obstáculos sumergidos.
Lluvia
La lluvia ligera puede tener poco efecto sobre la lobina, pero lluvias fuertes, sobretodo en presas con muchos arroyos y ríos que traen agua sucia pueden hacer la pesca bastante difícil. Sin embargo la lluvia que no cambia mucho la temperatura y que enturbia más que revolver puede mejorar la pesca. Lluvia con muchos truenos hace a la lobina profundizar y no picar.
Cambios de tiempo
Cualquier cambio de tiempo es generalmente malo para pescar lobinas, un frente frío hace a las lobinas irse más profundo que su posición previa y las pone inactivas, o las pone más cerca de obstáculos, y lo mismo pasa con los huracanes. Los días previos al cambio pueden sin embargo ser muy buenos. Parece que las lobinas presienten el cambio y se preparan para este comiendo bien.
Movimiento de comida
Situaciones de concentración de comida, ya sea por eventos naturales o provocados por el hombre, no son pasados por alto por alto por la lobina, que como todos los depredadores aprovecha esta comida fácil y se mueve de acuerdo a esta. Es así como una abundancia de cigarrillos o libélulas concentra las lobinas en cierta orilla comiendo arriba, o una repoblación de alevines de tilapia o tenca las concentra en la parte de la presa donde estos se liberan al agua.
Hasta aquí se ha visto un resumen de los movimientos que puede hacer la lobina, dependiendo de la época del año y/o una serie de condiciones que cambian continuamente, es preciso ver ahora cuales son los lugares que prefiere dentro de un cuerpo de agua determinado, lo que nos hace introducir los conceptos de Estructuras del fondo y Refugio.
Estructura es donde el fondo cambia ya sea en relieve o en composición, Refugio son los objetos que los peces usan para esconderse, camuflagearse, sombrear, etc. Pero a diferencia de las estructuras no son permanentes.
Ejemplos de estructuras son los canales, cauces de arroyos y ríos dentro de la presa, con sus cantos, islas sumergidas, etc. Ejemplos de refugio lo constituyen la vegetación, árboles y maleza sumergidos, árboles a la orilla que dan sombra al agua, muelles y cualquier otro objeto arrojado al agua como bloques, botes hundidos, etc.
Cuando se recorre cualquier cuerpo de agua habrá formas de relieve que son verdaderos imanes de lobinas: bordes de ríos y declives donde la profundidad cambia rápidamente.
La combinación de relieve con refugio es lo hace unos lugares mejores que otros, un árbol por sí solo no es un buen lugar a menos que esté ubicado cerca de una estructura.
En general estos son lugares que le permiten a las lobinas emboscar a las presas y con agua más profunda accesible.
II.1-Movimientos Anuales
En Norteamérica las poblaciones de lobina hacen migraciones o movimientos anuales según la época del año, y que son determinados por la temperatura del agua. Estas son:
Invierno-Predesove-Desove-Postdesove-Verano-Otoño.
En nuestro país, en el invierno las lobinas no se van a los más profundo ni entran en un letargo, es evidente que las temperaturas del agua no las condicionan para esto, muy por el contrario es en invierno cuando ocurren el predesove, desove y postdesove desde finales de noviembre a principios de abril, con pequeñas variaciones a lo largo del país y de presa en presa. Luego del postdesove viene un periodo que pudiéramos llamar “Verano Largo” porque dura más que en Canadá y EEUU, digamos que desde mayo a principios de octubre, y un breve y un breve periodo de transición que equivale al otoño norteamericano en que las lobinas salen de sus lugares de veraneo y se van acercando a lugares bajos, luego donde debería haber otra migración en el invierno a lo profundo, estos peces se quedan en lugares intermedios para comenzar el predesove.
Hay que decir que estos movimientos generales están fuertemente influenciados por otros factores a los que podemos llamar Condiciones Cambiantes.
II.2-Condiciones Cambiantes
La más importante de estas en Cuba la constituyen los cambios de nivel de agua. Lo típico es que nuestros embalses durante el periodo de seca (noviembre a abril) vayan bajando su nivel de agua paulatinamente, y en el lluvioso (mayo-octubre) suban y se mantengan llenos o cerca de su nivel máximo. Por tanto, a la hora de localizar la lobina en nuestro país hay que tener en cuenta cómo la variación del nivel de agua va a modificar las migraciones anuales de la lobina que se mencionaron previamente.
Hay otras condiciones cambiantes que influyen en los movimientos y posición de la lobina, pero que operan a corto plazo y que son cambios diarios, estos son:
Intensidad de luz
Cuando el agua es lo suficientemente cálida, para que la lobina esté activa, estas atacarán los señuelos y las presas generalmente bajo condiciones de poca luz, como lo son el amanecer, la caída de la tarde y cielos nublados. En estas ocasiones las lobinas se encuentran en aguas más bajas que cuando están en condiciones de mucha luz. Por otra parte, cielos azules brillantes sin nubes, como los que se dan después de un frente frío hacen a la lobina ir a aguas más profundas, estar más cerca de obstáculos (palos, hierba, etc.) Estos días aunque bonitos, son los que permiten mayor penetración de la luz.
En días normales de sol o parcialmente soleados las lobinas estarán más activos que en días ultra claros pero no tanto como en los nublados.
Viento
El viento ola falta de este también influencian la lobina. En calma “chicha” o “blanca” la lobina se espanta fácilmente, especialmente en agua clara y días soleados, en esta situación incluso cuando nos las arreglamos para llamar su atención con nuestras carnadas, pueden no picar ya que fácilmente ven que estas no son reales. Cuando sopla una brisa la penetración de la luz decrece, nos esconde de la lobina y hace lucir más naturales los señuelos. Incluso vientos fuertes pueden ser buenos, siempre y cuando seamos capaces de presentar los señuelos correctamente. El viento también a veces empuja la comida de la lobina contra algunas orillas convirtiéndolos en presa fácil. El viento puede también crear corrientes que influencian la posición de las lobinas en relación con el fondo y los obstáculos sumergidos.
Lluvia
La lluvia ligera puede tener poco efecto sobre la lobina, pero lluvias fuertes, sobretodo en presas con muchos arroyos y ríos que traen agua sucia pueden hacer la pesca bastante difícil. Sin embargo la lluvia que no cambia mucho la temperatura y que enturbia más que revolver puede mejorar la pesca. Lluvia con muchos truenos hace a la lobina profundizar y no picar.
Cambios de tiempo
Cualquier cambio de tiempo es generalmente malo para pescar lobinas, un frente frío hace a las lobinas irse más profundo que su posición previa y las pone inactivas, o las pone más cerca de obstáculos, y lo mismo pasa con los huracanes. Los días previos al cambio pueden sin embargo ser muy buenos. Parece que las lobinas presienten el cambio y se preparan para este comiendo bien.
Movimiento de comida
Situaciones de concentración de comida, ya sea por eventos naturales o provocados por el hombre, no son pasados por alto por alto por la lobina, que como todos los depredadores aprovecha esta comida fácil y se mueve de acuerdo a esta. Es así como una abundancia de cigarrillos o libélulas concentra las lobinas en cierta orilla comiendo arriba, o una repoblación de alevines de tilapia o tenca las concentra en la parte de la presa donde estos se liberan al agua.
Hasta aquí se ha visto un resumen de los movimientos que puede hacer la lobina, dependiendo de la época del año y/o una serie de condiciones que cambian continuamente, es preciso ver ahora cuales son los lugares que prefiere dentro de un cuerpo de agua determinado, lo que nos hace introducir los conceptos de Estructuras del fondo y Refugio.
Estructura es donde el fondo cambia ya sea en relieve o en composición, Refugio son los objetos que los peces usan para esconderse, camuflagearse, sombrear, etc. Pero a diferencia de las estructuras no son permanentes.
Ejemplos de estructuras son los canales, cauces de arroyos y ríos dentro de la presa, con sus cantos, islas sumergidas, etc. Ejemplos de refugio lo constituyen la vegetación, árboles y maleza sumergidos, árboles a la orilla que dan sombra al agua, muelles y cualquier otro objeto arrojado al agua como bloques, botes hundidos, etc.
Cuando se recorre cualquier cuerpo de agua habrá formas de relieve que son verdaderos imanes de lobinas: bordes de ríos y declives donde la profundidad cambia rápidamente.
La combinación de relieve con refugio es lo hace unos lugares mejores que otros, un árbol por sí solo no es un buen lugar a menos que esté ubicado cerca de una estructura.
En general estos son lugares que le permiten a las lobinas emboscar a las presas y con agua más profunda accesible.
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